Cuando la autocandidatura da miedo ¡atrévete a intentarlo!
Quizás exista un lugar soñado para ti, aquel en el que desearías trabajar más que en ningún otro sitio y quizás suceda que no te creas calificado o calificada para ser parte de él. Puede que todos tus miedos se condensen en la no candidatura o, mejor dicho, en la no autocandidatura a ese destino laboral y entonces, te sientas frustrado. Si te identificas con algo de esto, puede que este artículo sea para ti.
Cuando los miedos vencen
Durante la búsqueda de empleo en colegios, hospitales y demás sectores, puede que te encuentres ante la falta de vacantes disponibles en el área en el que deseas trabajar. Así, surge lo que denominamos la candidatura espontánea, pues tú envías el currículum a un centro escolar, por ejemplo, pero sin saber si en ese lugar se necesita personal nuevo.
Esta práctica les ha permitido a muchos profesionales, a lo largo de la historia, dar con oportunidades laborales a las que de otro modo no hubieran tenido alcance. De ahí que la candidatura espontánea sea de las mejores estrategias que puedes seguir si estás en búsqueda activa de trabajo en la enseñanza o cualquier otro sector.
Ahora bien ¿qué ocurre cuando te gana el miedo y postergas esta actividad y sólo envías tu CV a aquellas ofertas de empleo específicas en las que crees que tu perfil puede resultar seleccionado? Lo que ocurre es que pierdes oportunidades de dar con el trabajo que deseas y ese es un lujo que, en estos tiempos, nadie debería darse.
¿Cómo eliminar estos miedos?
En principio, cuando temes por algo bueno que pudiera sucederte, muchas veces se trata de una cuestión de inseguridad, temes no ser apto para el puesto y, por tanto, te desestimas como candidato antes incluso de postularte. Por ello, lo primero que debes hacer es sacarte de la cabeza que no eres apto, tienes la formación adecuada, la experiencia deseada, pues ve por tu oportunidad, que habrá tantos como tú con ese mismo miedo que quedaron en el camino, no seas uno de ellos.
El tiempo es oro y eso lo sabes muy bien, pero cuando se trata de una autocandidatura, vale aún más. Porque nunca sabes cuándo será el momento oportuno y todos esos días que estás perdiendo antes de enviar tu CV, estás restándole posibilidades a tu perfil profesional. No demores, actúa cuanto antes, porque el empleo no esperará a que tú estés listo.
Habla de ti, con honestidad, explica por qué quieres trabajar en esa compañía y qué puedes aportar a esa institución, algo que te destaque, que te haga único frente a otros candidatos. Se trata de hacer un ejercicio de autoevaluación, de mirar para adentro y ver todo lo bueno que puedes aportar y compartir como profesional.
¡A por ello!
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